miércoles, 12 de julio de 2006

Tambien me duele Tocopilla, pero lo quiero

Escrito que circuló por algunos medios de internet, por allá por el año 2002 y que en el fondo 'estos medios' taparon y dejaron en el olvido lo que quería expresar su autor.
Estimados amigos: en relación a lo que le sucedió a nuestro coterráneo, esto es algo que yo viví después de 17 años de ausencia de mi ciudad. El año pasado llevé a mi familia de vacaciones y realmente fué triste el ver muchas cosas que nunca fueron parte de mi niñez allá.
Yo tengo mucha rabia con la gente de Electroandina que extendió la planta hacia el sector urbano provocando una contaminación acústica, tapando la hermosa vista hacia el mar y arrinconando la Piedra del Camello. Este está que se para y se va de Tocopilla.
Espero que Hugo Toro, que trabaja en Electroandina no le parezca desubicado que protestemos contra la insensibilidad de su empresa y que nos ordene que en la red no se puede discutir esas cosas.
Por el costado el Señor Alcalde ha permitido que se instale la empresa contratista que realiza el camino o que se yo, pero que tienen convertido en un gallinero ese sector y además están ultrajando los cerros al remover tierra y romperle la forma que tenían esas lomitas.
Para que decir de Caleta-Boy. Esta está llena de papeles, plásticos flotando y sin una mantención adecuada.
Lo que era el ícono de nuestros veraneos matinales ya no existe. En las mañanas iba gente muy mal educada que botaba cualquier cosa en la arena y de comportamientos muy ordinarios en la arena.
Realmente los tocopillanos que se han ido quedando han perdido el sentido de la pulcritud, la estética y las autoridades han perdido la hebra de lo que fue nuestro puerto.
Cada dia que ando en Santiago, evoco a mi Tocopilla y me duele el corazón saber en que lo tienen convertido.
Yo estoy desarrollando un proyecto de recuperación urbanística de Tocopilla y se los haré llegar completo en unas semanas más. Pero a veces desisto, porque el alcalde no lo veo comprometido con Tocopilla. Su compromiso es más bien con el fútbol y en eso gasta todo el dinero. En lugar de darle algun cause a la ciudad, desarrolla proyectos de infraestructura para tener gente trabajando y paliar la cesantía, pero no proyecta la ciudad en términos de largo plazo.
Una prueba es que el ensanchamiento de la calle Arturo Prat quitó acera a los transeúntes y la gente no tiene donde estacionar los autos. El paso de los transeúntes desde el centro hacia la Villa Prat, lo echaron abajo, porque dinamitaron las rocas. Ese paseo romántico bordeando los roquerios ya no existe y el paso de peatones será exclusivamente por abajo con los riesgos de los locos de la alta velocidad. El puente que permitía ver el fugaz paso del tren, se cambió por otro que tapa casi toda la locomotora. Pueden parecer baladi estas cosas, pero son muestras de un botón en donde los detalles son parte de la delicadeza de una ciudad.
Imagínense lo que sufrí con la destrucción de los dos grandes galpones de la compañia Anglo Lautaro (me gusta llamarla así), en donde albergaban a sus trenes. Uno grande frente a la Villa Prat y el otro detrás de la Merceria Prat. ¿Qué pasó? los dueños de la empresa (ahora privado), amparados en el derecho de la propiedad privada que otorga la constitución, le hicieron chupete (como se dice vulgarmente) al pino oregón y dejaron ahora, por un lado, unos feos latones frente a la Villa Prat y un centro de acopio (asi le llaman a los basurales de salitre) abierto y feo frente a la gobernación marítima.
El centro de la ciudad (21 de mayo), sin ningún criterio estético (la ordenanza municipal no exige ningún requisito estético mínimo a los comerciantes que se instalan) y convertido en una feria libre. La calle presenta muchas verdulerias, que además estan mal presentadas y a Tocopilla llegó o surgió un comerciante burdo que no tiene ningún patrón estético para adornar sus vitrinas y un Alcalde que no exige mínimos requisitos. 21 de mayo parece más bien un rasca barrio Franklin de Santiago o Recoleta.
La fachada del Cuerpo de Bomberos realmente da lástima mirarla. Sucia, con una sirena que ya no brilla y con los fierros del portón, chuecos y sin limpiarlos con Brazo (braso). Al lado de la puerta de esta histórica fachada, no hallaron mejor cosa que ubicar a una boliche de corados y al otro costado un negocio de flipper que alberga a puros raperos sucios que están con una carga de violencia que no dan ni ganas de pasar por ese lado.
Yo estoy por ayudar a la gente, provengo de clase media y todos tenemos que surgir en la vida, pero surgir no solo significa tener dinero para tener acceso a mejor calidad de vida, surgir tambien significa cambiar los malos modales por los buenos modales, sociabilizarse, ser más cultos y más delicados con algunas cosas (con el lenguaje también), desarrollar un sentido de la estética y alta pulcritud.
Yo siento que Tocopilla ha sido asaltado por gente (que puede ser de trabajo y honesta) burda, sin criterios estéticos, sin el sentido de armonía que le dieron los gringos a Tocopilla. Yo afirmo, esta es mi hipótesis, es que la gran nostalgia que tenemos muchos de nosotros, es que nuestra infancia estuvo marcada por una cultura chileno-norteamericana, pero que no nos dábamos cuenta, y es esa estética la que nos dejó un tremendo sentimiento delicado en nuestra alma.
Para que les cuento como está derruida, demacrada, charqueada, sucia mi Villa Covadonga. Realmente en Tocopilla se ha perdido el sentido del colectivo, se degradó la estética que teniamos desarrollado nosotros. Se imaginan el dolor que sentí al ver como echaron abajo la casa del Lago (tremenda arquitectura) y la Asociación Chilena de Seguridad hizo una burda, pero burda esquina de cemento sin ninguna gracia.
Bueno, esto es parte de todo lo que he observado de Tocopilla (me los sé de memoria) y mi proyecto de recuperación guarda relación con todos estos aspectos y que detallo en el proyecto.
A pesar de todo, quiero a mi Tocopilla hasta los tuétanos, y porque la quiero tanto es que me duele y quiero que la recuperemos entre todos. Si no fuera por mi familia, por proyectos familiares, me regresaría a Tocopilla, después de 30 años en Santiago a trabajar por ella y morir ahí.
Tocopilla presenta todos los aspectos de una ciudad cuasi-patrimonio de la humanidad en donde todavia es posible recuperar arquitectura antigua con valor histórico. Tocopilla tiene todos los elementos para convertirse en la ciudad más pintoresca del norte, en donde se desarrolle la cultura y el deporte y el sano esparcimiento. Pero para esto, tenemos que proyectar un Alcalde profesional, culto, con sentido de la modernidad y la historicidad, comprometido con la calidad de vida; y me da lo mismo el color político que sea.
Una ciudad no puede convertirse en un club de fútbol y en una bolsa de trabajo. Una ciudad tiene que ser diseñada para que los que vivan ahí, sean felices a través de la calidad de vida de la ciudad y eso no pasa en gastarse todo del erario en solo darle pega temporal a gente para asegurar votos electorales.
Hoy en Tocopilla hay delincuencia, no más este viernes se asesinó a un muchacho del liceo a cuchillazos. Esa no es nuestra juventud y no puede ser el entorno en la que crezcan los niños que están ahi.
En fin, en Tocopilla se ha cometido todo tipo de crímenes, a personas como a la misma ciudad, en donde las dos empresas más importantes: Electroandina y Soquimich (ahora no se como se llama), no se ha comprometido ni con la historia ni con el deporte ni con la estética de la ciudad.
Yo creo, definitivamente, que debemos planificar la ciudad y sentarnos a conversar todos juntos, junta de Vecinos, Alcalde, Gobernador, Gerentes de las empresas, Policía, Cámara de Comercio, para hacer los meas culpa correspondientes y proyectar a Tocopilla turísticamente.
Yo veo con mucho recelo, la llegada o la apertura de puerto marítimo. Me da la idea que son medidas desesperadas de un Alcalde y de un gobierno por combatir la cesantía (que trae descontento) en lugar de intervenir la ciudad sin alguna mínima consideración sobre los impactos ambientales. Mis recelos son por lo siguiente: ¿Cómo será la entrada de camiones al puerto para llevar la mercancía? ¿Dónde se apostarán éstos? ¿Qué significará realmente este puerto en términos de ingreso? ¿Han estudiado el caso del Simil de Arica que ha sido un fracaso y no ha generado gran desarrollo para la ciudad? ¿Qué tipo de gente llegará a la ciudad? ¿Aumentará la delincuencia? ¿Habrá más policias?.
Bueno, termino haciendo una observación en relación al proyecto de árboles para los cerros de Tocopilla. Mi opinión, y en la de muchos turistas, la gracia de Tocopilla está en esos cerros pelados. La textura de ellos, los colores, las sinuosidades, son lo realmente bello en ellos. Con el respeto de quien haya propuesto la idea, pero me late que quiere ver un pedazo de sur en el norte, es decir, no le sobrecogen los cerros en donde se crió (todo esto lo digo en el más absoluto respeto).
Una bronca que tengo es esa, que se piense que los cerros no son parte sensible de la naturaleza y que tal vez no oscilan con el viento como los árboles, pero los cerros de la Villa Covadonga, realmente son hermosísimos. El cerro de la cabra (arriba de la Bellavista) es un señor de barba cana, que mira plácidamente el mar entredormido. esas manchas amarillas, roquerios medios violáceos, son bellísimos.
Lo que me da bronca, es que Electroandina metió su oleoducto y nos quitó el camino en zig-zag para subir al cerro, que está sacando tierra de los cerros para sus proyectos y se ha comido gran parte de un cerro dejando unas tremendas canteras peligrosas, que la empresa subcontratista al lado de la Piedra del Camello está botando las lomitas que invitaban a esconderse tras ellos y caminar por los roquerios. Basta, basta y basta.
Termino, con esto. El año pasado, cuando fuí de vacaciones, organicé una serie de actividades culturales y deportivas en la ciudad. Traté de reflotar el campeonato Luis Camus Cambell, llevé a un campeón de Chile a dar simultáneas de ajedréz, llevé un ciclo de cine de Chaplin y dicté un curso de anotadores de béisbol. Pues bien, cuando jugábamos básquetbol a la hora del crepúsculo, en la cancha del Tocopilla Sporting (otra reliquia arquitectónica), mi hijo quedó sensiblemente impresionado (también jugaba) de levantar la vista y ver al cerro don Pancho encima de la cancha, protegiéndonos y dándonos calma y silencio. Eso es algo muy notable.
Por favor, repiensen el proyecto de árboles para los cerros y mírenlos y vean la paz que transmiten, miren ese cerro hermoso, como torta lisa y algo morada en las tardes, como un queque recien salido del horno, por donde sube el tren a Maria Elena.
Un abrazo a todos
Boris Hiche

PS: Ojalá haya profesionales tocopillanos en esta red, que quieran volver a Tocopilla a emplearse a Electroandina, en Soquimich a ser Alcalde, volvamos en masa y reordenemos la casa y a todos los mediocres, afuerinos burdos, gente de mala ralea, démosles una patá en el traste.
Nota: Las autoridades mencionadas en el artículo eran las de turno en el año 2002.

2 comentarios:

  1. Anónimo6:56:00

    Comparto totalmente sus comentarios y puedo agregar que la costa de Tocopilla, desde Electroandina hasta el Corral de los Chanchos, es el tramo costero mas feo y descuidado de América.El Alcalde actual y el anterior, se opusieron abrir reabrir la Pista de Aterrizaje de Punta Blanca para emergencias como el ultimo terremoto del 14/Nov/2007. Esto le dá mas la razón a los extranjeros, que dicen: EL UNICO PROBLEMA DE CHILE, ES QUE HAY MUCHOS CHILENOS.
    Lo animo a seguir con sus Proyectos
    Mucha suerte.

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  2. Una consulta Boris Hiche se encuentra en Chile o sigue viviendo en Estados Unidos.
    Muchas Gracias

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