sábado, 29 de julio de 2006

Extrañas Noticias de antaño... "Las Sombrillas"

Este curioso artículo aparecía en "La Prensa de Tocopilla", en una edición del año 1968. Estas sombrillas son las que todavia existen pero muy deterioradas por el paso de los años, a un costado de "La Hosteria".
Hace varios años la Municipalidad construyó sombrillas cerca de la playa, entre Caleta Boy y La Cabaña, con el fin de ofrecer comodidad a las numerosas personas que en la época de verano concurren a estos lugares, especialmente a aquellas que no tienen o no pueden llevar carpas. Pero se da el caso que en muchas oportunidades, ese preciso lugar es ocupado por personas que llegan en vehículos o bien por otras que instalan sus carpas bajo la sombra, con lo cual se priva de pasar un rato a cubierto de los rayos solares a personas que realmente lo necesitan. La foto captada ayer muestra una carpa bajo la sombrilla, lo que resulta anormal dadas las finalidades que se consideraron para su construcción.

viernes, 28 de julio de 2006

Tocopilla contará con pista de aterrizaje

¿Y... Las autoridades nunca se pusieron de acuerdo?, Según el diario "La Prensa de Tocopilla" con fecha 1 de Diciembre del 2003, en los próximos dias se estaría aprobando la autorización para una pista de aterrizaje en Punta Blanca... Para variar, esto tampoco se ha concretado.
En los próximos días tendría que estar aprobada la autorización para utilizar la pista de aterrizaje que se ubica en las cercanías de Punta Blanca, ello si Bienes Nacionales y la Dirección de Aeronáutica dan el visto bueno. Así lo informó Armando Gajardo, piloto tocopillano que realizó todas las gestiones administrativas para que esto fuese posible. Leer Más...

miércoles, 26 de julio de 2006

A 66 años del Aluvión...La leyenda del Roto la Mula.

Recordamos este inolvidable y trágico suceso ocurrido en Tocopilla el dia 26 de Julio de 1940, con esta narración extraida del libro "Tococuentos II" y escrita por Raúl Carvajal Egaña.
La leyenda del Roto la Mula.
Se llamaba Manuel Vergara Gaete, pero su nombre había quedado enterrado en un recodo del camino de la vida, donde siempre el tiempo se encarga de cubrirlo con la nebulosa del olvido.
Su recia y rechoncha figura -con suerte se empinaba por 1,64 mts- nos mostraba el retrato de un hombre forjado en la fragua candente del esfuerzo, que no solo esculpe el cuerpo, sino que también el alma de aquellos que están llamados a que su transitar por el mundo no termine al final del camino, sino que se prolongue en las memorias de las generaciones venideras.
Cuentan que en sus años mozos fue figura del equipo de box de la Armada, donde a fuerza de golpes sobre el cuadrilátero, se ganó el respeto de sus congéneres. Fué allí que adquirio también el sobrenombre de "El Roto", por sus raíces campesinas y, para diferenciarlo de los otros púgiles, cuya procedencia también era rural, le agregaron "que pega como una mula", por lo que quedó en los anales de la historia como "El Roto de la Mula".
En busca de nuevos derroteros, un dia cualquiera detuvo su caminar en un boyante puerto, donde veinte, treinta o más embarcaciones surtas en su bahía esperaban un turno para ser cargadas con salitre y emprender en viaje incierto, desplazandose en convoyes para protegerse del artero ataque de los submarinos alemanes pues en aquella época (1939-1945) Europa era el espejo de la estupidez del hombre, desangrándose en una guerra que pienso llegó a llevar a dios a arrepentirse de haber creado a la humanidad. El salitre aportaba vida a la tierra como abono y nutriente, pero como componente de la pólvora vomitaba muertes en los campos de batalla.
En Tocopilla el marino tambien encontraba compañía femenina, licor y música en los "Caguines del puerto", que eran el bálsamo que necesitaba el navegante al arribar a lugar seguro después de meses de navegación. Era época del oro blanco y Tocopilla una pequeña California, y por ese motivo llegaban forasteros día a día para trabajar, ya sea como lancheros, cargadores, estibadores u otros oficios inherentes a las faenas portuarias. Y en esas mismas condiciones arribó "El Roto de la Mula", en el mes de julio de 1940, precisamente el dia 14. Hacía tres dias que lloviznaba en forma intermitente sobre la zona, cuando a la medianoche del dia 25 comenzó a llover en forma torrencial. El agua se fue apozando tras los cerros, formando verdaderos diques, que parecían todos de lidia enfurecidos, que solo esperaban ser liberados para lanzarse con ira incontenible en estampida, bufando terror por sus narices y llevando la muerte en su loca y despiadada carrera por las quebradas aledañas, arrastrando tierra, piedras, quioscos y todo cuanto encontró a su paso.
Eran aproximadamente las 4 de la madrugada y el poblado de la Mina Despreciada sintió el embate de este apocalíptico aluvión. En su recorrido barrió con maquinarias, viviendas, enseres y lo más dramático, con vidas humanas. En la oscuridad de la noche el dios de la maldad pintó su obra maestra, siendo el dolor, el terror y la muerte, las musas de una inspiración diabólica que danzaban al compás de un frenético arpegio fúnebre. La madre naturaleza una vez más era cómplice de esta dantesca obra.
Aquella madrugada Tocopilla justificó plenamente la definición del vocablo indígena que le da el nombre de "Rincón del Diablo".
No se sabe qué lo llevó al lugar. No era un hombre curioso ni morboso, ni siquiera el típico "figurón" que aparece en estos casos para mostrarse y, en vez de ayudar, entorpece las labores de la gente que si lo quiere hacer con el solo fin de ser útil, o estar preparado para la tarea.
El lodazal se internaba en el mar, poniendo el color de las aguas de un café oscuro que iba desde la playa "El panteón" a "Caleta Vieja" por el norte. Al llegar vio gente que corría, lloraba y se lamentaba de rodillas mirando hacia los cielos, como pidiendole explicación al Dios de bondad en el que todos creemos. Al ver los cuerpos flotar entre féretros, maderos y un sinfín de objetos que habian sido arrastrados con el cementerio, llevándose a los "gentiles", sacándolos de la morada que sus deudos jamás pensaron que no sería la ultima para muchos de ellos, que siguieron su sueño eterno en el lecho del mar.
"El Roto de la Mula" quedó impávido como un autómata y con la vista fija en los cadáveres que, desnudos, flotaban sobre las olas como naves al garete. Empezó a despojarse de sus zapatos, luego de la ropa que le cubría el dorso y con decisión comenzó a introducirse en las frías aguas que en ese momento era un barrial turbio y arcilloso. "Capeó" el primer tumbo y siguió braceando acompasadamente pero con fuerza, se acercó a la primera víctima y al más cercano. Sintió un escalofrio al hacer contacto con el gélido cuerpo, lo asió por el cuello a la altura de la barbilla y empezó con mucha dificultad a nadar de vuelta hacia la playa, recorrido que se dificultaba con el torrente del mar. Al tocar fondo firme tomó el cuerpo entre sus brazos y lo depositó suavemente sobre la arena, donde se acercaron curiosos y gente que trataba de ayudar y reconocer la identidad del extinto. Alguien trató de decirle algo, pero fueron palabras que se llevó el viento, porque "El Roto" no hizo pausa y nuevamente se lanzó a las turbias aguas, repitiendo una y otra vez la misma acción, la cual era sacar el máximo de "finados" del mar, antes que lo venciera la fatiga.
Nadie sabe cuantas horas y minutos pasaron. Era como si el reloj del tiempo hubiera detenido su andar. Se le vio venir más lento que las veces anteriores y como un ceremonial preestablecido apareció con el último cadáver que flotaba en el sector, pero esta vez no lo dejó sobre la arena. Recorrió unos pasos más adentrándose en la playa y lo entregó a alguien que lo esperaba. Miró a esa persona a los ojos y, como pidiéndole perdón por lo que estaba haciendo, se lo entregó en sus brazos. ¡Era un niño! Exhausto, ya sin fuerzas, cayó de rodillas, tembloroso, con las manos crispadas por el frio externo, pero con una tranquilidad piadosa del que tiene la paz consigo después de tener la certeza de haber hecho lo correcto. Sintió el palmo de unas manos agradecidas sobre su espalda. Nadie pronunciaba palabra alguna. No habia para qué. Las palabras de admiración eran más elocuentes que mil frases. Le pasaron una raída frazada que lo cubrió parcialmente. Un vecino le ofreció una botella de vino. Ávidamente, "El Roto" la bebió casi hasta la mitad y la devolvió, giró sus pasos y lentamente se alejó hacia la ciudad hasta perderse al adentrarse en el caserío.
Un rayo de sol dibujó una sonrisa en el telón del horizonte, que luego se reflejó en los cerros aledaños, que también fueron mudos testigos de la hazaña de "El Roto de la Mula".
La historia la hacen los hombres que se encuentran en el lugar preciso y a la hora señalada en que ocurren los hechos, y que tienen la valentía y decisión para superar sus miedos y convertirse en héroes. Asi me lo contaron y asi lo cuento yo...

lunes, 24 de julio de 2006

Norrköping: Tocopilla en Suecia.

Reportaje del programa Contacto de Canal 13 que en su edición online nos muestra la vida de tocopillanos que viven en Suecia. Este Programa fué televisado en el año 2000.
En Norrköping, una ciudad ubicada a una hora y media de Estocolmo, Suecia, donde hay un clima frío y un paisaje lleno de vegetación, los habitantes tienen a flor de labios el nombre de una ciudad que resulta muy familiar para los chilenos: Tocopilla... Leer Más...


domingo, 23 de julio de 2006

Caza de Albacora: Tiempos de gloria para Tocopilla

Artículo que aparecía en un especial sabatino del diario "La Prensa de Tocopilla", No hemos podido determinar la fecha exacta de la publicación de esta crónica...
Colección de pesca está en empresa S.I.T.
La historia, es parte de la vida de cada una de las personas que habitan la tierra. Sin embargo, cuando existen elementos de prueba que corroboran su existencia pareciera que no pierde importancia y vigencia con el correr de los años.
Esto es lo que ocurre con una antigua colección de implementos de pesca que mantiene en envidiable estado la empresa Servicios Integrales de Transito y Transferencias, S.I.T. de Tocopilla. Se encuentra en dependencias aledañas a la "Casa verde", ubicada en la Avenida Arturo Prat No 1060, frente al patio ferroviario de la ex Compañia Anglo Lautaro, que posteriormente se transformó en Sociedad Química y Minera de Chile (Soquimich), hoy S.I.T.
Segisfredo Hurtado, gerente de la entidad, explicó que los elementos datan de años desconocidos, hasta más o menos la década de los 50'.
"Antiguos directivos ocupaban sus ratos libres en la captura de albacora, actividad que brindó varios records mundiales a Tocopilla", manifestó.
Elementos
En la "Sala de pesca" de esta entidad es posible encontrar carretes de lienzas de grandes dimensiones, algunos aperos, anzuelos y cascos de a lo menos tres embarcaciones, siendo la más famosa en su época "La Fortuna".
Hurtado Guerrero dijo que el lugar es de visita sólo para quienes pertenecen a la empresa y sus familiares, existiendo la posibilidad de extender esta actividad a la comunidad.
"Son elementos de bastante valor histórico y generalmente las personas que desean conocerlos son especializadas en el tema", explicó.
Triunfos
En el lugar existen fotografías que corroboran los triunfos que obtuvieron los amantes de esta actividad.
Entre ellos cabe destacar el del administrador de puerto, de origen inglés, W.E.S. Tuker, quien el 28 de abril de 1940 capturó una albacora de 860 libras (Aproximadamente 430 kilos).
Otro de los nombres que destaca en los cuadros de honores existentes en este pequeño museo es el de Fritz UTZ, quien en julio de 1936 capturó un ejemplar similar de 488 libras.
George Carey, Peter Coope y nuevamente W.E.S. Tuker cazaron en 1934 una albacora de 489 libras.
Pasatiempo
Hurtado Guerrero explicó que esta actividad era considerada como un pasatiempo de directivos de oficinas salitreras como El Toco, Pedro de Valdivia y María Elena, entre otras.
"Llegaban a la ciudad y alojaban en la "Casa de directores". Partían de madrugada a disfrutar de esta actividad que realizaban en embarcaciones a motor. La pesca era de orilla y con anzuelos".
Aseguró que la modernización de esta actividad llevó a que literalmente muriera. Ahora es posible encontrar a personas que capturan la albacora con espinelas, galpones y hasta redes.


¿Fué un OVNI o no? (I)

Hecho ocurrido en Tocopilla en el año 2001 y que por las características del caso, se pensó que podia ser un objeto volador no identificado, pero después informaron que desde Cerro Moreno habían lanzado un globo sonda... aunque... siempre queda la duda.
Estaba estático en el cielo, justo arriba del cerro "La cruz", la gente por la calle 21 de mayo lo observaba con telescopios y larga-vistas. Lo miré por largo rato desde mi casa con una cámara Chinon, ese era el improvisado larga-vista que tenía, y no le vi una forma conocida, ni algo colgando, ni nada. Habrá estado ahi, quieto, por unas 2 ó 3 horas, y luego sin previo aviso, desapareció (o se desinfló) Leer Más...

Tras el Tesoro Perdido

Extracto del suplemento Número 2 "Tocopillanos con historia", que acompañaba al diario "La Prensa de Tocopilla", esta vez: Sabino Poblete.
Siempre estuvo el cuento, la leyenda. Mi padre nos decía que a él se lo habian contado otros viejos; que en la Quebrada de Mamilla habia un indio, de quien no sabían como subía y bajaba el cerro, pero siempre aparecía con piedras y metales finos como el oro, nunca pudieron saber más de él, era muy cerrado.
Eso era lo que le contaron a mi padre. El creyendo en eso estaba obsesionado. El no renunciaba a encontrar esa mina del indio. Se iba con amigos, organizaba verdaderas expediciones, hasta que encontró una mina. Nosotros tenemos una mina en Mamilla.
-¿Cómo le pusieron a la mina?
-Indiana, en homenaje y recuerdo al indio de la leyenda tocopillana.

-¿Dé que año estamos hablando?
-El encontró la mina y la mensuró. Estamos hablando de 1922. Nosotros lo acompañábamos y en 1930 era de su propiedad.

-¿Qué metales obtenían de la mina?
-El problema era que estaba en parte tan inaccesible para poder llegar a lomo de mula sus metales. Se puso un andarivel para poder bajar la parte más mala. Las mensuras eran cobre, oro y plata.
Como mi padre era emprendedor, en principio llevaba el mineral en lanchas hasta la Minera en Tocopilla, luego empleó vehículos. Era un trabajo de titanes para la época. Si es cosa de ver de donde obtenían los metales.
Tesoro
Ustedes tenian negocios y mina: ¿Desde cuándo recuerdan que se hablaba de los tesoros en las cercanías de la Piedra de la Paragua?
-Desde niños escuchamos hablar de los "Entierros" no de los tesoros. Todo el mundo andaba buscándolo. A mi padre mucha gente le llegaba con datos.
Recuerdo a unos fleteros de apellido Collman, los Jiménez. Tenían botes. El especialista era el "loro" Collman.
Llegaba diciendo ...don Sabino me dieron el dato de una mina...
Mi padre armaba una expedición. Me parece que era por comer y pasarlo bien, ya que nunca encontraron nada. Había que tener recursos para salir, ya que aparte de alimentos, tenías que llevar transporte y eran tres dias o un fin de semana. Salimos en su búsqueda varias veces.

-Efectivamente nunca encontraron un doblón, una moneda de oro, tesoro de piratas?
-Encontramos lo que puede ser. Todos andaban buscando cinco cargas de plata. Mi padre anduvo mucho tiempo en eso. Varias veces fuimos.
Una vez yo me perdí (Tomás), andábamos con Rascacielos, Pastenes, Segura...
llegamos en la tarde, porque los cerros son todos iguales. Cuando llegamos estaba la nombrá que habían encontrado unos montones de piedras, cinco distanciados como a dos metros. Se sacaron las piedras y comenzaron a excavar como 50 centímetros y se encontraron unos gangochos y dentro de ellos unas cañas amarrados con hilo rojo y cada uno con una flecha. Decían que eran armas benditas.
De lo que no se preocuparon fue de ver dónde convergian las flechas. Empezaron todos como locos a cavar a hacer hoyos y no encontraron nada. Si eran cinco los montones, algo querían indicar.
-¿Qué pasó después?
-Nosotros nos quedamos callados. Morimos en la rueda, pero tiempo después el Diógenes Brontis, el Demetrio, el guatón lolo, andaban con un mapa que les llegó del Perú, con los datos que al interior de Tocopilla estaban enterradas porque era el camino del Inca que venía desde Cobija, que pasaba por atrás.
La nombrada, el dato con mapa, con todo de las cinco cargas de plata no las pudieron encontrar nunca.
Anduvimos buscándola con nuestro padre, pero tiene que haber algo; ¿Porqué estaban esas cosas benditas enterradas?, algo tiene que ser...

Escrito por Luis Piñones, Editor, autor del proyecto.

domingo, 16 de julio de 2006

En Tocopilla se inauguró primera playa artificial del país

Artículo del diario "La Nación", martes 11 de octubre de 2005
Hasta hace poco, el sector de Covadonga estaba totalmente expuesto al oleaje, su fondo era rocoso y carecía de arena.. Hoy la ciudad puerto de Tocopilla, en la Segunda Región, cuenta con una playa artificial protegida, que además de ser un avance en el mejoramiento de la calidad de vida... Leer Más...

sábado, 15 de julio de 2006

Tocopilla Tendrá Semáforos (no me hagan reír)

Fuente: TocopillaPlace, articulo aparecido originalmente en el diario "La Prensa de Tocopilla" con fecha 12 de marzo del 2002. Obviamente esto nunca se concretó..., otra de Kurtovic...
La remodelación de la ruta 1 producirá que los vehículos aumenten su circulación, principalmente por la avenida Arturo Prat, ya que esta incluirá dos pistas. Por este motivo, la municipalidad está realizando TODAS las gestiones para conseguir los recursos que permitan costear la instalación de los semáforos que permitan un mayor control del parque automotriz y otorgue una mayor seguridad a los peatones.
El alcalde, Aleksander Kurtovic, manifestó que de resultar positivos los trámites para esta iniciativa, se buscará las calles con más tráfico para la instalación de los semáforos.
Agregó que se tendrá mayor atención en los lugares en donde existan recintos educacionales, es el caso de la escuela "Carlos Condell", ya que la esquina donde se ubica este recinto presentará una gran dificultad para cruzar la arteria.
PEATONES
Manifestó que una buena solución en la calle Prat, sería la instalación de vias peatonales en alturas, pero que al igual que los semáforos, sólo resta conseguir los recursos, ya que esto forma parte de la segunda parte del proyecto.
Mejor mentira que esta, no encontrarán...

miércoles, 12 de julio de 2006

Tambien me duele Tocopilla, pero lo quiero

Escrito que circuló por algunos medios de internet, por allá por el año 2002 y que en el fondo 'estos medios' taparon y dejaron en el olvido lo que quería expresar su autor.
Estimados amigos: en relación a lo que le sucedió a nuestro coterráneo, esto es algo que yo viví después de 17 años de ausencia de mi ciudad. El año pasado llevé a mi familia de vacaciones y realmente fué triste el ver muchas cosas que nunca fueron parte de mi niñez allá.
Yo tengo mucha rabia con la gente de Electroandina que extendió la planta hacia el sector urbano provocando una contaminación acústica, tapando la hermosa vista hacia el mar y arrinconando la Piedra del Camello. Este está que se para y se va de Tocopilla.
Espero que Hugo Toro, que trabaja en Electroandina no le parezca desubicado que protestemos contra la insensibilidad de su empresa y que nos ordene que en la red no se puede discutir esas cosas.
Por el costado el Señor Alcalde ha permitido que se instale la empresa contratista que realiza el camino o que se yo, pero que tienen convertido en un gallinero ese sector y además están ultrajando los cerros al remover tierra y romperle la forma que tenían esas lomitas.
Para que decir de Caleta-Boy. Esta está llena de papeles, plásticos flotando y sin una mantención adecuada.
Lo que era el ícono de nuestros veraneos matinales ya no existe. En las mañanas iba gente muy mal educada que botaba cualquier cosa en la arena y de comportamientos muy ordinarios en la arena.
Realmente los tocopillanos que se han ido quedando han perdido el sentido de la pulcritud, la estética y las autoridades han perdido la hebra de lo que fue nuestro puerto.
Cada dia que ando en Santiago, evoco a mi Tocopilla y me duele el corazón saber en que lo tienen convertido.
Yo estoy desarrollando un proyecto de recuperación urbanística de Tocopilla y se los haré llegar completo en unas semanas más. Pero a veces desisto, porque el alcalde no lo veo comprometido con Tocopilla. Su compromiso es más bien con el fútbol y en eso gasta todo el dinero. En lugar de darle algun cause a la ciudad, desarrolla proyectos de infraestructura para tener gente trabajando y paliar la cesantía, pero no proyecta la ciudad en términos de largo plazo.
Una prueba es que el ensanchamiento de la calle Arturo Prat quitó acera a los transeúntes y la gente no tiene donde estacionar los autos. El paso de los transeúntes desde el centro hacia la Villa Prat, lo echaron abajo, porque dinamitaron las rocas. Ese paseo romántico bordeando los roquerios ya no existe y el paso de peatones será exclusivamente por abajo con los riesgos de los locos de la alta velocidad. El puente que permitía ver el fugaz paso del tren, se cambió por otro que tapa casi toda la locomotora. Pueden parecer baladi estas cosas, pero son muestras de un botón en donde los detalles son parte de la delicadeza de una ciudad.
Imagínense lo que sufrí con la destrucción de los dos grandes galpones de la compañia Anglo Lautaro (me gusta llamarla así), en donde albergaban a sus trenes. Uno grande frente a la Villa Prat y el otro detrás de la Merceria Prat. ¿Qué pasó? los dueños de la empresa (ahora privado), amparados en el derecho de la propiedad privada que otorga la constitución, le hicieron chupete (como se dice vulgarmente) al pino oregón y dejaron ahora, por un lado, unos feos latones frente a la Villa Prat y un centro de acopio (asi le llaman a los basurales de salitre) abierto y feo frente a la gobernación marítima.
El centro de la ciudad (21 de mayo), sin ningún criterio estético (la ordenanza municipal no exige ningún requisito estético mínimo a los comerciantes que se instalan) y convertido en una feria libre. La calle presenta muchas verdulerias, que además estan mal presentadas y a Tocopilla llegó o surgió un comerciante burdo que no tiene ningún patrón estético para adornar sus vitrinas y un Alcalde que no exige mínimos requisitos. 21 de mayo parece más bien un rasca barrio Franklin de Santiago o Recoleta.
La fachada del Cuerpo de Bomberos realmente da lástima mirarla. Sucia, con una sirena que ya no brilla y con los fierros del portón, chuecos y sin limpiarlos con Brazo (braso). Al lado de la puerta de esta histórica fachada, no hallaron mejor cosa que ubicar a una boliche de corados y al otro costado un negocio de flipper que alberga a puros raperos sucios que están con una carga de violencia que no dan ni ganas de pasar por ese lado.
Yo estoy por ayudar a la gente, provengo de clase media y todos tenemos que surgir en la vida, pero surgir no solo significa tener dinero para tener acceso a mejor calidad de vida, surgir tambien significa cambiar los malos modales por los buenos modales, sociabilizarse, ser más cultos y más delicados con algunas cosas (con el lenguaje también), desarrollar un sentido de la estética y alta pulcritud.
Yo siento que Tocopilla ha sido asaltado por gente (que puede ser de trabajo y honesta) burda, sin criterios estéticos, sin el sentido de armonía que le dieron los gringos a Tocopilla. Yo afirmo, esta es mi hipótesis, es que la gran nostalgia que tenemos muchos de nosotros, es que nuestra infancia estuvo marcada por una cultura chileno-norteamericana, pero que no nos dábamos cuenta, y es esa estética la que nos dejó un tremendo sentimiento delicado en nuestra alma.
Para que les cuento como está derruida, demacrada, charqueada, sucia mi Villa Covadonga. Realmente en Tocopilla se ha perdido el sentido del colectivo, se degradó la estética que teniamos desarrollado nosotros. Se imaginan el dolor que sentí al ver como echaron abajo la casa del Lago (tremenda arquitectura) y la Asociación Chilena de Seguridad hizo una burda, pero burda esquina de cemento sin ninguna gracia.
Bueno, esto es parte de todo lo que he observado de Tocopilla (me los sé de memoria) y mi proyecto de recuperación guarda relación con todos estos aspectos y que detallo en el proyecto.
A pesar de todo, quiero a mi Tocopilla hasta los tuétanos, y porque la quiero tanto es que me duele y quiero que la recuperemos entre todos. Si no fuera por mi familia, por proyectos familiares, me regresaría a Tocopilla, después de 30 años en Santiago a trabajar por ella y morir ahí.
Tocopilla presenta todos los aspectos de una ciudad cuasi-patrimonio de la humanidad en donde todavia es posible recuperar arquitectura antigua con valor histórico. Tocopilla tiene todos los elementos para convertirse en la ciudad más pintoresca del norte, en donde se desarrolle la cultura y el deporte y el sano esparcimiento. Pero para esto, tenemos que proyectar un Alcalde profesional, culto, con sentido de la modernidad y la historicidad, comprometido con la calidad de vida; y me da lo mismo el color político que sea.
Una ciudad no puede convertirse en un club de fútbol y en una bolsa de trabajo. Una ciudad tiene que ser diseñada para que los que vivan ahí, sean felices a través de la calidad de vida de la ciudad y eso no pasa en gastarse todo del erario en solo darle pega temporal a gente para asegurar votos electorales.
Hoy en Tocopilla hay delincuencia, no más este viernes se asesinó a un muchacho del liceo a cuchillazos. Esa no es nuestra juventud y no puede ser el entorno en la que crezcan los niños que están ahi.
En fin, en Tocopilla se ha cometido todo tipo de crímenes, a personas como a la misma ciudad, en donde las dos empresas más importantes: Electroandina y Soquimich (ahora no se como se llama), no se ha comprometido ni con la historia ni con el deporte ni con la estética de la ciudad.
Yo creo, definitivamente, que debemos planificar la ciudad y sentarnos a conversar todos juntos, junta de Vecinos, Alcalde, Gobernador, Gerentes de las empresas, Policía, Cámara de Comercio, para hacer los meas culpa correspondientes y proyectar a Tocopilla turísticamente.
Yo veo con mucho recelo, la llegada o la apertura de puerto marítimo. Me da la idea que son medidas desesperadas de un Alcalde y de un gobierno por combatir la cesantía (que trae descontento) en lugar de intervenir la ciudad sin alguna mínima consideración sobre los impactos ambientales. Mis recelos son por lo siguiente: ¿Cómo será la entrada de camiones al puerto para llevar la mercancía? ¿Dónde se apostarán éstos? ¿Qué significará realmente este puerto en términos de ingreso? ¿Han estudiado el caso del Simil de Arica que ha sido un fracaso y no ha generado gran desarrollo para la ciudad? ¿Qué tipo de gente llegará a la ciudad? ¿Aumentará la delincuencia? ¿Habrá más policias?.
Bueno, termino haciendo una observación en relación al proyecto de árboles para los cerros de Tocopilla. Mi opinión, y en la de muchos turistas, la gracia de Tocopilla está en esos cerros pelados. La textura de ellos, los colores, las sinuosidades, son lo realmente bello en ellos. Con el respeto de quien haya propuesto la idea, pero me late que quiere ver un pedazo de sur en el norte, es decir, no le sobrecogen los cerros en donde se crió (todo esto lo digo en el más absoluto respeto).
Una bronca que tengo es esa, que se piense que los cerros no son parte sensible de la naturaleza y que tal vez no oscilan con el viento como los árboles, pero los cerros de la Villa Covadonga, realmente son hermosísimos. El cerro de la cabra (arriba de la Bellavista) es un señor de barba cana, que mira plácidamente el mar entredormido. esas manchas amarillas, roquerios medios violáceos, son bellísimos.
Lo que me da bronca, es que Electroandina metió su oleoducto y nos quitó el camino en zig-zag para subir al cerro, que está sacando tierra de los cerros para sus proyectos y se ha comido gran parte de un cerro dejando unas tremendas canteras peligrosas, que la empresa subcontratista al lado de la Piedra del Camello está botando las lomitas que invitaban a esconderse tras ellos y caminar por los roquerios. Basta, basta y basta.
Termino, con esto. El año pasado, cuando fuí de vacaciones, organicé una serie de actividades culturales y deportivas en la ciudad. Traté de reflotar el campeonato Luis Camus Cambell, llevé a un campeón de Chile a dar simultáneas de ajedréz, llevé un ciclo de cine de Chaplin y dicté un curso de anotadores de béisbol. Pues bien, cuando jugábamos básquetbol a la hora del crepúsculo, en la cancha del Tocopilla Sporting (otra reliquia arquitectónica), mi hijo quedó sensiblemente impresionado (también jugaba) de levantar la vista y ver al cerro don Pancho encima de la cancha, protegiéndonos y dándonos calma y silencio. Eso es algo muy notable.
Por favor, repiensen el proyecto de árboles para los cerros y mírenlos y vean la paz que transmiten, miren ese cerro hermoso, como torta lisa y algo morada en las tardes, como un queque recien salido del horno, por donde sube el tren a Maria Elena.
Un abrazo a todos
Boris Hiche

PS: Ojalá haya profesionales tocopillanos en esta red, que quieran volver a Tocopilla a emplearse a Electroandina, en Soquimich a ser Alcalde, volvamos en masa y reordenemos la casa y a todos los mediocres, afuerinos burdos, gente de mala ralea, démosles una patá en el traste.
Nota: Las autoridades mencionadas en el artículo eran las de turno en el año 2002.

lunes, 10 de julio de 2006

La Piedra del Casamiento

Antiguamente esta piedra era un punto de union para muchas parejas, carnavales y fiestas giraban en torno a ella. Hoy en dia este simbolo tocopillano permanece semi-enterrado bajo toneladas de tierra y rocas... Historia sacada del libro de Guido Muñoz Santis titulado: "Después de Caleta Duendes".
- Ya va tomando forma el Momo - Dijo Carlos, un mozo veinteañero que ayudaba en la hechura de una figura de trapo de grandes dimensiones. Sólo falta vestirlo y encajarle los zapatos de lona y quedará listo para quemarlo este domingo en la escarpada de la Piedra del Casamiento.
- Se ve ridículo el rey Momo, pero en el apogeo de la fiesta de carnaval lo hallarán divertido - argumentó otro esmerado colaborador que premunido de un grueso pincel le pintaba el rostro al mono relleno con estopa y paja.
- ¡Arderá como una antorcha cuando celebremos el cierre del carnaval! - dijo don Benigno mientras preparaba una estaca de tres metros de largo que serviria para sujetar al Momo y empotrarlo a los pies del peñón donde finalizaría el carnaval.
- ¿Désde cuando se celebran estas fiestas, don Benigno? preguntó Carlos.
- Me parece que comenzaron por allá por 1914, Carlitos.
- Ya van como trece años - apuntó Carlos, memorizando.
- Lamentablemente el alcalde Murillo cree que es una fiesta pagana y piensa prohibirla el año venidero.
- Bueno, yo pienso que prohibirá la fiesta en la playa, pero continuará la chaya y el carnaval, como siempre.
Benigno asintió reafirmando lo dicho por Carlos. Era una tradición de los tocopillanos jugar a la chaya con papel picado, harina y agua durante tres dias. Las calles de la ciudad, principalmente de la parte alta, eran los sitios escogidos por los chayeros.
- Se daban cita el domingo para luego partir en caravana hacia la Piedra del Casamiento, ubicada un poco más al sur de la Piedra del Camello. Centenares de disfrazados salían de la Filarmónica para participar en el “entierro” del carnaval. Todo era algarabía, cantos y danzas de las comparsas y de las murgas.
Me parece increíble que don Francisco Murillo Le Fort quiera prohibir esta fiesta, don Benigno.
- Bueno Carlos, el alcalde Murillo cree que además de ser una fiesta pagana, también es peligrosa para quienes permanecen por altas horas de la noche en la Piedra del Casamiento una vez que finaliza el carnaval.
- Muchos celebran el fin de fiesta con harto cocaví y tragos a la luz de las fogatas. Oiga don Benigno, ¿por qué le llaman Piedra del Casamiento a ese cerro que está junto al mar?
- Porque es el lugar predilecto de los enamorados.
Allá se reúnen las familias más conspicuas y también las más modestas para departir durante los soleados dias de verano. En esas citas han surgido muchos idilios que después han llegado a contraer matrimonio.
- Al Carlos lo he visto caminar tomado de la manito de Rosita Martínez despues de bajar de una victoria en el camino costanero que conduce hasta ese paseo - señaló el otro ayudante.
- ¡Y lo tenias bien guardado, Carlitos! - exclamó don Benigno. Es una linda chica. Ojalá que allá se les pegue el espiritu santo y que, como las otras parejas, terminen casándose.
Carlos sonrió y continuó empecinado calzándole los zapatones al Momo. Confidenció estar muy enamorado de Rosita y que, sin saber por qué le llamaban Piedra del Casamiento al peñón de la playa, iba continuamente a ese lugar.
- Tal vez será para que algún dia nos unamos en matrimonio con mi adorada Rosita. Este domingo iremos al cierre del carnaval, y si me atrevo le juraré amor eterno.
- Es lo que hacen todas las parejas que van a la Piedra del Casamiento, muchacho - dijo don Benigno. Se juran amor eterno y después terminan unidos ante el cura.
Finalizada la confección del rey Momo, don Benigno dispuso de una carreta tirada por un caballo para transportarlo el domingo hasta la Piedra del Casamiento.
Era viernes y los chayeros estaban en todos los sectores de la ciudad. Niños, jóvenes y adultos participaban entusiasmados en los juegos. Se animaban verdaderas competencias en las que se utilizaban tambores y bateas con agua, “cascarones” hechos de vela derretida, proyectiles con harina y papel picado. La fiesta continuó en la plaza hasta que promediaron las diez de la noche. Lo mismo aconteció el sábado. Los chayeros llegaron al principal paseo público para divertirse con los músicos callejeros de las bandas e improvisadas murgas. El ambiente propio de la estación contagiaba de alegria a las graciosas damas y a los entusiasmados varones.
A media tarde del domingo el gentío alborozado se reunió frente a la Filarmónica de calle Bolívar y desde allí salió rumbo a la costanera para dirigirse a la Piedra del Casamiento. Los músicos municipales encabezaban largas filas de gente disfrazada. Máscaras y antifaces cubria los rostros de muchos hombres y mujeres que avanzaban con sus manos entrelazadas. Carlos vestía un traje de arlequín de diversos colores. Era un bufón que miraba sonriente a su amada Rosita, disfrazada como una hada. Junto a ellos avanzaba una interminable caravana de disfrazados de payasos, pierrots, bailarines clásicos, reinas y reyes y también de graciosos animales.
Improvisadas rondas, competencias y cantos siguieron la llegada a la Piedra del Casamiento. El lugar, ornamentado para la ocasión con conchuela y diversos motivos carnavalescos, se atestó de concurrentes. En medio de esa algarabía y al acercarse el atardecer, fue quemado el rey Momo.
La figura confeccionada con tanto esmero fue consumida lentamente por las llamas, mientras los fuegos de artificio surcaron los aires ante la mirada atónita de los niños, el asombro de las damas y el regocijo de los varones.
La banda de músicos puso el toque esplendoroso cuando sus bronces lanzaron al viento el vals de Strauss “Danubio azul”. Las copas de champaña se alzaron para decir adiós al carnaval y luego abandonar el peñón que, de acuerdo a la creencia popular, era el romántico rincón tocopillano donde los enamorados sellaban su compromiso de amor.
Con la melodía de los novios como melopeya, Carlos fijó su mirada en los hermosos ojos de la ruborizada Rosita Martínez. Tomó sus manos y las besó. Ella lo contempló ansiosa esperando una declaración de amor. El joven titubeó y sin apartarle la mirada murmuró quedo, en voz baja: “Te amo, y deseo que seas mi prometida“. Ella asintió posando su hermosa cabellera en el hombro de Carlos.
Transcurrió el tiempo y con la posterior venia de los padres de los enamorados, Rosita y Carlos contrajeron matrimonio en el templo parroquial de Nuestra Señora del Carmen. Asi sellaron el compromiso que se hicieron al finalizar el carnaval en la Piedra del Casamiento.

En esta imagen se puede apreciar
la parte enterrada de la Piedra del Casamiento

domingo, 2 de julio de 2006

La Muerte del Chulín

Narración escrita por Juan arcaya Chaparro ("Chanchote") y Extraída del libro "Tococuentos II"
"Chulín" era un chatito que vivia al lado de "La Chillán". Nosotros en Cienfuegos, al lado del garaje de los Gueny y frente a la "Glamour", la peluquería de doña Norma Farías, la mamá del Pimbi y el Pelao Iguar.
En nuestra casa teníamos un perro que le pusimos "Chulín", precisamente por el "curaito".
Al lado nuestro vivían los Rojas, los nietos de Melaneo de los pulpos.
Un dia encontraron muerto a nuestro perro y como lo querían tanto, se pusieron a llorar inconsolablemente en la calle.
Del frente cruzaron dos "curagüillas", para preguntarles el motivo de su llanto y los niños repetían una y otra vez: ¡¡ Se murió el Chulín!!, ¡¡ Se murió el Chulín!!.
Los "curaos" se miraron sorprendidos y se fueron a la quinta de los Miranda, que estaba en la esquina de Sucre al frente del Patronato de la infancia a comprar un ramo de flores.
Los dos amigos, tristes por la noticia que habían escuchado, se fueron inmediatamente a la casa de su compadre que había fallecido.
Es de imaginar la sorpresita que recibieron, cuando después de golpear la puerta, se les apareció el "Chulín".
Salieron corriendo y se les espantó hasta la "cura" pensando que era su amigo que los estaba penando.
"Chulín" los alcanzó en "La Chillán" y les preguntó qué les pasaba porque no entendí nada. Primero por las flores y después por haber salido arrancando.
Sus amigos mientras lo tocaban, le decían ¡Pero si tu "estai" muerto! ¿Y Dónde sacaron esa lesera?. Nosotros en la calle vimos llorar a unos niños y lo único que repetían era ¡¡ Se murió el Chulín!!
¡¡Par de Huevones!!, el Chulín que se murió fué el perro de Chanchote y Coto coto que viven a la vuelta.
El funeral de Chulín
Todo esto ocurrió el año 1961. El Coto y yo perteneciamos a la banda y la gente recordará que los jueves, tocábamos una retreta en la plazoleta que queda frente a la Escuela No 1.
Bueno, al otro dia teníamos que tocar en el estadio Municipal y para no llevar los instrumentos a la casa del maestro Olivera -que quedaba en Matta al lado de la "aguada"-, se optó para que quedaran en nuestra casa. El viernes, que el dia que murió nuestro perro, teníamos que enterrarlo y lo íbamos a hacer en el patio de nuestra casa.
Se me ocurrió que nuestro "quiltro", tenía que ser sepultado con honores y nada menos que con la banda de músicos.
Construimos un carrito con ruedas, pusimos una sabana blanca y arriba nuestro perro.
A los hermanos Rojas les pasé: Al "Yayo" la caja y al Pelao, el bombo con los platillos incorporados; el Coto con su trompeta y yo con el trombón. Nuestro perro era el más viejo y tenía 14 años, los demás de 12 para abajo.
Nuestro patio era bastante largo, chocaba con el patio de la Compañia de Teléfonos que queda en Manuel Rodriguez y por lo menos de fondo tenía como 60 metros.
Otros niños del barrio que se incorporaron tiraban la pequeña "cureña", nosotros atrás partimos tocando la "Marcha fúnebre".
Llegábamos hasta el fondo y nos regresábamos con el perro.
Yo creo que habremos dado como veinte vueltas por lo menos.
A todo esto muchos vecinos del sector, al escuchar los compases fúnebres, pensaron que era un funeral de una persona importante y corrieron a "sapear" a 21 de mayo.
Por bastante rato, esperaron el funeral y no aparecía ni la carroza ni la banda.
Los vecinos comenzaron a mirar por sus patios el ingenioso funeral que habiamos preparado y con don Cotito siempre recordábamos al Nico y Dinko Luksic, (hermanos de la Dobrita) encaramados en las calaminas del cierre del patio de su panadería. Los mecánicos de los Gueny, la familia Carriel, a los funcionarios de la Compañia de Teléfonos y tantas otras personas que gozaban al observar y escuchar, cuando de la marcha fúnebre cambiabamos a ritmo de "Jazz" y bailábamos alrededor de nuestro perro.
Rápidamente se corrió la "bola", que eran los hijos de la señora Guirnalda quienes estaban enterrando a su perro en el patio de su casa. Yo creo que, habrán sido unas dos horas que "tandeamos" con el funeral y que bien merecido se lo tenía nuestro querido perro "Chulín".

sábado, 1 de julio de 2006

El Alma de Tocopilla

En los "Cuentos del tio Pepe", antigua sección del diario "La Prensa de Tocopilla", (con fecha no determinada) apareció este pequeño escrito que nos define a una de las personas más notables de esta ciudad...
A mi compadre Vitelio no le agradan los lugares comunes. Por esto me encareció que cuando escribiera en recuerdo de Armando Muñoz Rojas no dijera que pertenecía al inventario de Tocopilla. Tal vez no hubiera empleado esa muletilla que como frase de clisé salva de muchos apuros cuando se escribe contra el tiempo.
Armando Muñoz Rojas conformaba un trio de mosqueteros con Daniel Cavieres Barahona, quien se le adelantó un poco para dejar este mundo, y con el hombre de la eterna juventud que es Manuel Peña. Los tres pertenecían a la plana mayor de "La Prensa de Tocopilla", siendo, aunque parezca un contraste, los tres únicos integrantes del diario. Manuel Peña, jefe administrativo; Daniel Cavieres, periodista y Armando Muñoz Rojas, reportero gráfico.
Armando hace algunos años, cuando frecuentaba Antofagasta, visitaba a mi compadre Vitelio. No sé que de fraternal los unía. Pero mi compadre siempre lo citaba como ejemplo de lo que se puede hacer cuando se quiere. Lejos, muy lejos, Armando Muñoz sobrepasó lo obrado por todos los funcionarios encargados del progreso de Tocopilla. Y lo más importante es que nunca desmayó en su quehacer tocopillano, siendo natural de Antofagasta.
Fué Armando pulso, nervio y corazón de Tocopilla. Muy pocas actividades de su progreso no lo tuvieron entre sus afanes. Lo que mi compadre dice no comprender es cómo se daba tiempo para ser aviador e instructor de vuelo; hombre rana y arqueólogo; yatista; gran tirador de fusil; hermano de la Costa; reportero gráfico; fotógrafo profesional y otras yerbas, disfrutando con sus amigos en el dominó sin perder de vista la buena crianza de sus nueve hijos.
Fue uno de los tantos tocopillanos que pala y picota en mano, dedicaba los domingos y fiestas de guardara la apertura del aún inconcluso camino costero de Tocopilla a Iquique.
Cuando se acabó el tiempo de oro de Tocopilla como puerto de embarque del salitre a puro ñeque y el potente brazo mecanizado redujo las faenas de 12 dias a uno, Armando no perdió la fé en su puerto de adopción. Se quedó allí mientras otros emigraban con y sin razones.
Mi compadre diz que la dinámica cerebral de Armando Muñoz debieran tenerla muchos otros chilenos pusilánimes, sin fe en el porvenir, que se arredran frente al destino incierto y prefieren la seguridad del escritorio antes que la búsqueda de nuevos horizontes. En esto es exacto mi compadre. Fue lo que siempre le sobró a Armando.
Nosotros lo conocimos hacia 1940 cuando se hizo anunciar en la cámara del capitán con una fotografía del buque "Ucayali", apenas una hora después de fondeado en la rada de Tocopilla. El capitán le pagó 10 dólares y le regaló cigarrillos y whisky.
Cierto, diz mi compadre. Nunca fue un simple ganapán.
Hasta pronto.

El tio Jose Salinas.

En Tocopilla es posible fomentar y desarrollar la industria Turistica

Asi es, según una crónica que salia en un suplemento del diario "La Prensa" titulado "Tocopilla, desarrollo Industrial y Comercial", con fecha jueves 31 de marzo de 1994.
El turismo es, a lo menos en otros paises, lo que se conoce como industria sin chimeneas. Se trata de una aseveración absolutamente válida que desde hace algunos años, ha procurado ser imitada, muy tímidamente todavia, por Chile y sus principales localidades en cuanto a paisajes, playas, ambientes, capacidad hotelera y otros atractivos.
Pero, hay otra clase de turismo, que es posible ofrecer a los visitantes nacionales y extranjeros, que se ubica en el árido norte y Tocopilla, dentro de este contexto, podria ser una alternativa de desarrollo.
Otras Alternativas
Para empezar, está probado que en la provincia, existen sitios de notable importancia arqueológica, condición que la hace y hará atractiva a los ojos de científicos y visitantes de otros paises. Desde indígenas, al sur del puerto, hasta cerca de la desembocadura del rio Loa se han ubicado numerosos sitios que están siendo estudiados para revelar la historia de los habitantes de hace 500, 1000 y más años.
Ahora que se está construyendo el camino costero al rio Loa, se abren enormes posibilidades de desarrollo turístico, porque podrian habilitarse numerosos lugares de camping, libres de contaminación y con una riqueza ictiológica al alcance de la mano. Debe recordarse que hace unos 40 años, el ciudadano inglés Williams S. Tuker, entonces administrador de la ex Cía. Salitrera Anglo Chilena, antecesora de la actual S.I.T., batió el record mundial de la pesca de la albacora en aguas del litoral tocopillano. Lo agreste del paisaje, que para los habitantes puede parecer poco atractivo, lo es y en alto grado, para los visitantes. Hace varios años cuando en Antofagasta se realizó un festival internacional de coros, varios de ellos se desplazaron hasta Tocopilla y se recuerda que el director de un coro de Puerto Rico hizo detener el vehículo a mitad de camino para exclamar ¡Qué belleza! ¡Qué hermosura! y que distinto a esos paisajes idílicos llenos de verdor existentes en el Caribe. A este artista, como a muchos otros, le habia impresionado el tamaño de los cerros, que cambian de color varias veces al dia, su enorme extensión de playas, de dificil acceso por las piedras existentes, pero que las hacen más atractivas, su clima templado y donde la lluvia es excepcional y, como se ha sostenido, con abundancia de peces y mariscos.
Lo mencionado anteriormente, más la cercanía a sitios como el Valle de Quillagua, el tranque Sloman, las oficinas salitreras y, un poco más lejos, al mineral más grande del mundo, como es Chuquicamata, proporcionan otros atractivos para el desarrollo turístico, para lo cual algunos empresarios, con visión de futuro, han invertido en la construcción de hoteles modernos, de gran capacidad. Falta que otro sector, el de tipo gastronómico, se "ponga las pilas" y cambie su actitud artesanal, incorporándose al desafío que significa invertir para ofrecer algo bueno para el turismo.
Posibilidades ciertas
Las consideraciones mencionadas más la tradicional tranquilidad de este puerto y la amabilidad de su gente, servirán para iniciar un desarrollo turístico que no tiene por qué pretender imitar a los grandes centros turísticos como Viña del Mar, al sur de Chile, La Serena e Iquique, sino simplemente distinto, porque es otra la realidad, pero igualmente atractiva para quienes no conocen la aridez del norte chileno y para el incremento potencial de una actividad que, reiteramos, es fuente de millonarias entradas para el estado, para los empresarios, el comercio y, en fin, para la mayoría de quienes entienden que acá está el secreto del éxito. Una ubicación excepcional, una capacidad hotelera suficiente, una atención esmerada y su cercanía a localidades más importantes son, entre otros elementos, lo que podría incidir en la creación de una nueva industria, la turística, con generación de numerosos empleos y un fortalecimiento para revertir la situación de crisis que vive la economía tocopillana.

Reliquia de Coya Sur revivió en Tocopilla

Tocopilla (Maria Elena Arroyo, enviada especial).- Un aporte al atractivo turístico de este puerto constituye el viejo reloj de Coya Sur, instalado con todas sus piezas y en su torre original a pocos metros del mar. Su inauguración formó parte de los festejos del 141 aniversario de la ciudad.
Articulo aparecido en el diario La Tercera con fecha 2-10-1984.
Coya Sur fue una bullente oficina salitrera, situada entre Pedro de Valdivia y María Elena. En 1912 abrió sus faenas con 500 trabajadores y llegó a producir 72 mil toneladas de salitre sódico al año. En 1931 paralizó sus actividades, pero las reanudó en 1950 incorporando el sistema de evaporación solar. Su población alcanzó las 15 mil personas, sin embargo, en 1974 detuvo definitivamente su producción.
El reloj de la oficina fue encargado por sus trabajadores a Londres el mismo año que inicio sus actividades y el 10 de agosto de 1981 la gerencia de la Sociedad Química y Minera de Chile donó a Tocopilla el histórico reloj. "Que evoca toda una época de trabajo, empuje, estoicismo y chilenidad", según resaltó el alcalde tocopillano, Carlos Cantero Ojeda.
Torre
La valiosa pieza fue desmontada cuidadosamente y trasladada a Tocopilla. Sólo la base de su torre, pintada de una fuerte tonalidad rosa, es nueva.
Para su instalación se eligió un sector céntrico en la calle Arturo Prat, desde donde domina el mar y los cerros.
Carlos Cantero la calificó como una "joya del patrimonio histórico y cultural de la región" y refiriendose a su lugar de origen, expresó que fue "cuna y gestora de hombres de fuerte temple, de los pioneros de nuestra pampa, de aquellos que superando todos los desafíos rasgaron la piel de nuestro desierto obteniendo riquezas minerales que darían vida a nuestros campos e industrias y fertilizaron las tierras del mundo".
Herederos
Agregó el alcalde que los tocopillanos se sienten "herederos de la tradición, temple y coraje de aquellos hombres de esfuerzo que dia a dia hicieron patria, construyendo el Chile nuestro, superando todos los rigores y desafíos de la pampa".
Junto con señalar que Tocopilla resguardará "celosamente este legado", la obra constituye un nuevo aporte al atractivo turístico de la ciudad. "Sector en el cual se tienen grandes expectativas para el desarrollo económico".

La Nueva Cara de Tocopilla

Texto extraído de Revista VEA del año 1970.
Tocopilla se repone lentamente de los destrozos causados por el terremoto del 20 de diciembre de 1967. Viejos edificios están siendo reemplazados por modernas construcciones que se levantan rápidamente ante los ojos esperanzados de los tocopillanos, siempre a la espera de que el puerto recupere algún dia su perdido esplendor.
La compañia de cobre Chuquicamata S.A. construyó un grupo de viviendas para el personal que labora en Tocopilla, dando cumplimiento asi a otra etapa del vasto plan habitacional emprendido hace algunos años. La población en Caleta Boy, frente al mar, y en el lugar más visitado por quienes llegan a Tocopilla a disfrutar de sus hermosas y abrigadas playas.
También el Liceo Mixto, que cumplió treinta años de vida en abril pasado, tiene un moderno local. El inaugurado en 1961 fué dañado por el terremoto, y debió ser reparado en una labor que duró 10 largos meses. Los tocopillanos ven crecer su ciudad con satisfacción y orgullo. (Fotos Tania Beltrán)

La construcción avanza con rapidez en la ciudad.
En las fotos, más poblaciones y edificios de departamentos.

Aprobado Proyecto ESSO... ¿Alguien se acuerda?

Esto es un ejemplo vivo de como las autoridades tocopillanas NO se preocupan de esta ciudad, dejando los proyectos Importantes (como este) de lado, abandonándolos para siempre y dejandolos en el más absoluto olvido...
Jueves 12 de Septiembre de 1996, La Prensa de Tocopilla, sección "La región al dia" pagina 10.
*Rogamos disculpar que el escrito no esté completo debido al pésimo estado del diario al momento de encontrarlo.
Aprobado millonario proyecto comercial para Tocopilla.
Concejo municipal dio su apoyo a iniciativa privada, que convertirá sitio eriazo en un centro de servicios y sucursal bancaria.
Aprobado está el proyecto que la empresa ESSO Chile presentó al consejo comunal, según lo dio a conocer el alcalde Alexander Kurtovic.
La idea consiste en la instalación de una estación de servicio, con el abastecimiento múltiple, en la explanada frente al mercado municipal.
nosotros optamos a través de los proyectos que enviamos al Fondo Nacional de Desarrollo Regional".
Agregó que otra instancia es la inversión de la municipalidad, y por supuesto, la privada.
"Ante un ofrecimiento de esta magnitud y calidad, miramos el futuro con optimismo recalcó.
ingenieria de un terminal de buses, que es una antigua aspiración de la ciudad.
El proyecto demandará la inversión de un millón 200 mill dólares e incluye además, la instalación de una sucursal del Banco O'Higgins, estación de servicios y automarket.
Fué analizado por el consejo comunal y luego de al-
por ahora sólo resta negociar el costo que tendrá el terreno de la explanada donde quedará ubicada la moderna estación.
Todo se basará en avalúos fiscales, que son los parámetros que se manejan en el municipio para poder llegar a un total acuerdo.
"Con este proyecto la ciudad se potenciará con una inversión fuerte....
Los de la foto: Tomás Pozo y Alexander Kurtovic.